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lunes, 7 de mayo de 2012

ENSEÑANZA A LA OBEDIENCIA

El libro de proverbios fue escrito en su mayoría  por Salomón, este libro significa "comparación", en él encontramos símiles, parábolas y proverbios.

Qué son proverbios? Son dichos o sentencias breves que fueron expresadas por boca de Salomón pero inspirados por Dios.

Capítulo 1: En este capítulo encontramos para qué sirven estos proverbios, los versos 2-4 nos dicen que son para: a) entender sabiduría y doctrina b) conocer razones prudentes c) para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad d) para dar sagacidad a los simples e) para darle a los jóvenes inteligencia y cordura, lo primero que tenemos que hacer es tener temor a Jehová pues ese es el principio de toda sabiduría según el verso 7.

Los versos 8-19 nos habla la Palabra de obedecer a los padres, pues Dios los puso a ellos para dirigir el hogar, es de suma importancia obedecerlos ya que ellos tienen mayor experiencia. En el verso 11-19 nos dice que aunque los pecadores nos invites a participar de sus malas obras no hay que hacerlo, pues todo el mal que ellos hagan se volverá a ellos.

Versos 20-21 La sabiduría de Salomón se había extendido a muchos lugares así que él tuvo que haber enseñado a muchos de sus contemporáneos y servidores de él, ya que dice que la sabiduría clama en las calles, plazas, lugares de reunión y en la entrada de las puertas. Pero como es de esperarse el hombre nunca quiere hacer caso al consejo bueno, siempre busca su propio camino, como nos dice los versos 22-25.

En los versos 26-35 el Señor habla de lo que les va a pasar a aquellos que hacen caso omiso a lo que Él demanda, no es que Él quiere que la humanidad sufra y se pierda, Dios habla de muchas maneras, usa diferentes instrumentos pero el ser humano no hace caso, antes de que Él mandara el diluvio puso a Noé para que advirtiera a la humanidad, pero como no quisieron escuchar dice la Palabra en Genesis 7:16 que Dios mismo cerró la puerta del arca y ya no dejó entrar a nadie.

Dios nos ama pero tenemos que obedecerle y poner atención a Su Palabra, así termina el Capítulo 1 y el verso 33 " El que oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo sin temor al mal"


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